por Ana Bastida | Jun 26, 2023 | Web |
Las emociones son reacciones fisiológicas del cuerpo ante los estímulos del ambiente, o internos. Estas se manifiestan de forma intensa cuando nuestro cerebro interpreta que ese estímulo podría ser amenazante para nosotros. En muchas ocasiones, las emociones se asocian a una urgencia, es decir, nos hacen comportarnos de forma que tratemos de solucionar la situación cuanto antes. Un ejemplo de ello podría ser cuando tenemos miedo al caminar por una calle oscura. Al caminar con intranquilidad, hace que tengas más ganas de aumentar el paso, sin embargo, cuanto más rápido caminas, más aumenta la emoción de miedo. Probablemente, cuando estés a salvo, la emoción será más intensa, y estarás más asustado que dentro de la propia calle. La acción opuesta supondría hacer lo contrario a lo que la emoción nos pide. La finalidad de esta técnica consistirá en calmar la emoción, en lugar de intensificarla. Es importante destacar, que esto sólo debe practicarse, cuando las emociones no se ajusten al contexto, y sean tan intensas que nos cueste autorregularnos. Para conseguirlo, necesitamos que nuestra postura corporal, nuestra cabeza, voz, pensamientos y conducta, sean opuestas a la dirección del impulso. Proponemos algunos ejemplos: Ante el miedo: debemos acercarnos y explorar. Afrontar los acontecimientos, personas o lugares que nos generan miedo, disminuye la necesidad de huir, y cuando más se repita, menos dificultad tendremos de volver a exponernos. Ante el enfado: retírate de la situación por un momento. Tómate un espacio y respira para poder volver desde otra perspectiva. Ante la tristeza: mantente activo. Es necesario que aumentes las actividades que te generan placer y evites permanecer...
por Ana Bastida | Abr 3, 2023 | Web |
La sinestesia es una capacidad poco habitual en el ser humano. Esta facultad consiste en experimentar sensaciones de una modalidad sensorial concreta a partir de estímulos de otra modalidad diferente. A modo de ejemplo, una persona sinestésica, puede oír colores, ver sonidos o percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto con una textura determinada. En otras palabras, experimentan sensaciones mezcladas ante diferentes sentidos. Hay una modalidad de sinestesia, que es la más común y abundante, que consiste en la capacidad de producir sinestesia dentro de una misma modalidad sensorial, esto es, las letras, palabras o números pueden producir experiencias subjetivas de colores particulares. Estudiar este fenómeno es muy interesante desde la visión de la neurociencia y el cerebro. Nos abre puertas a la conciencia, percepción e incluso podría ser muy revelador en las investigaciones sobre la creatividad o las metáforas. Así, diferentes estudios han observado que en algunas personas sinestésicas, se activan las áreas cerebrales relacionadas con el procesado visual del color cuando escuchan palabras, lo que genera una experiencia perceptiva diferente. Esto no es una enfermedad, sino una manera de percibir el mundo que nos rodea originándose durante el desarrollo del cerebro y afectando a un porcentaje muy pequeño de la sociedad (cerca de un 4%). Asimismo, tal y como explican los profesores de la facultad de psicología de Granada, la respuesta sinestésica no puede ser controlada por la fuerza de voluntad: “Mientras que a veces somos capaces de dejar de pensar en un recuerdo desagradable, no es posible dejar de ver, oír u oler un estímulo externo a no ser que uno elimine la entrada de información sensorial”. Tipos...
por Ana Bastida | Ene 24, 2023 | Web |
Los estilos de comunicación hacen referencia a la forma en la que los seres humanos compartimos información con el mundo que nos rodea. A pesar de no ser conscientes, pasamos la mayor parte del tiempo comunicándonos, pero no sólo a través de nuestras palabras. La expresión no verbal, la mirada, el tono de voz, nuestra postura corporal hacia los demás, también son maneras de intercambiar información. Estos estilos de comunicación se dividen principalmente en tres categorías: el estilo agresivo, el estilo pasivo, y, por último, el asertivo. A través de ellos, mostramos nuestra identidad y debemos ser conscientes de cúal es la imagen que presentamos de nosotros al mundo. Saber identificarlos y regularnos en función del contexto es necesario para mejorar la calidad de nuestras relaciones interpersonales. Estilo agresivo Se caracteriza por una dinámica de poder en la que una persona tiene el poder absoluto sobre la otra y sobre la situación. Es un intento en sí de influir y manipular a los demás con el fin de ganas y carece de habilidades para poder comunicar información valiosa de manera eficaz. En este estilo, predominan las amenazas, las acusaciones directas o reproches. También están presentes los sarcasmos o los mensajes teñidos de prepotencia. Asimismo, los elementos no verbales que acompañan a este tipo de discurso suelen ser: expresión facial de enfado, mirada fija, tono de voz elevado, tensión muscular, postura intimidatoria… Estilo pasivo Este estilo se basa en la no expresión de necesidades, opiniones o sentimientos propios y priorizando los de los demás por un intenso miedo a ser rechazado. Su objetivo es agradar a los demás o evitar...
por Ana Bastida | Nov 14, 2022 | Web |
El Trastorno de Ansiedad Social (TAS), también conocido como Fobia Social, viene caracterizado por un intenso miedo y elevada ansiedad durante al menos seis meses, ante determinadas situaciones sociales donde la persona se expone a ser valorada de forma negativa por los demás (APA, 2013). Las personas con sintomatología de TAS llevan a cabo conductas de escape y evitación en este tipo de situaciones, con el fin de reducir su malestar pero generando consecuencias funcionales tales como impedimentos a la hora de trabajar, mantener relaciones y vínculos emocionales, oportunidades y nuevas experiencias, mermando así, la capacidad y autonomía del individuo (APA, 2013; García 2013).Los principales factores que acompañan a la aparición de este trastorno están relacionados con relaciones con los iguales, características de personalidad del propio niño, así como eventos estresantes experimentados por el individuo. Asimismo, se cree que los condicionamientos vicarios y clásicos, transmitidos por el familiar -estilos parentales de educación o patrones de conducta de los padres-, tienen un peso significativo en el aprendizaje y el mantenimiento de este tipo de fobia (García, 2013). Así, se evidencian características temperamentales premórbidas -inhibición, sumisión, timidez, retraimiento o asertividad inadecuada- en la niñez, las cuales suelen preceder al desarrollo del TAS (Hirshfeld-Becker et al., 2007). Sin embargo, será en la etapa adolescente, donde exista mayor riesgo de desencadenar esta sintomatología (Lerner & Steinberg, 2013).En cuanto a la epidemiología del TAS, la prevalencia estimada varía en función de la edad, decreciendo cuanto mayor es el individuo (APA, 2013). Muchos estudios revelan que el inicio de este trastorno, oscila entre los 13 y los 17 años, etapa en la que se produce...
por Ana Bastida | Sep 27, 2022 | Web |
1. Falta de seguridad o miedo a proponer nuevos proyectos. Hay personas que inconscientemente se ponen una autocensura que les lleva a no transmitir sus ideas al entono laboral por el miedo a ser rechazadas o evaluadas negativamente. A veces, directamente hay una tendencia a no generar esas ideas. Debemos recordar que la proactividad nos aporta muchas ventajas. 2. Dificultad para asumir nuevos retos o propuestas que implican retos. Las personas con una autoestima baja tendrán la convicción de que no van a hacerlo bien. Lo que dificulta el buen desempeño de la tarea, e incluso el inicio de la misma. 3. Tendencia a generar malas relaciones con los compañeros de trabajo motivadas por no saber decir “no”. Las personas con baja autoestima como no quieren ser rechazadas o no saben cómo parar los “aprovechamientos” de otros trabajadores, comienzan a asumir tareas ajenas, pero como no saben decir que no (“no me corresponde”, “no tengo tiempo”, “no es mi función”…), conlleva que nos quedamos con rabia de estar haciendo cosas que no nos pertenecen. Así, la proyectamos a nuestros compañeros y eso genera distanciamiento hacia ellos, relaciones laborales frías o falta de entendimiento. 4. Dificultad para ascender a nivel jerárquico. En estos momentos se deben poner en marcha ideas que no siempre están al gusto de todos. Las personas con baja estima tienen por definición el deseo de agradar, por lo que, como estos puestos implica disgustar en ocasiones a ciertas personas, evitan estos movimientos. 5. Dificultad para tomar decisiones en el puesto de trabajo. Esto está relacionado con la exigencia. Las personas con baja autoestima tienden a tardar...