¿PSICOLOGÍA POSITIVA = MR WONDERFUL?

“Hoy voy a conseguir todo lo que me proponga”, “sonríe, nada tiene tanta gravedad”, “no se trata de dónde estés, sino hasta dónde puedes llegar”, etc. Os suenan de algo este tipo de frases? Las podemos encontrar impresas en tazas, cojines, agendas y libretas, proferidas por cupcakes sonrientes, unicornios de colores, frutas felices, etc. Muy al contrario de lo que muchas personas piensan e incluso afirman, los mensajes de Mr Wonderful que tan de moda están últimamente, poco, o más bien, nada tienen que ver con el constructo de Psicología Positiva. La Psicología Positiva es una rama de la psicología, que si bien es muy joven y carece de suficiente fundamentación empírica, cuyo objeto de estudio son los principios de la salud y el bienestar psicológico, analizando para ello, las fortalezas, las capacidades y los recursos psicológicos y personales que promueven un funcionamiento óptimo del individuo. El surgimiento de este constructo en 1998 se le atribuye a Martin Seligman, psicólogo estadounidense conocido por sus numerosos estudios y experimentos sobre la indefensión aprendida. Él fue quien propuso el concepto de psicología positiva basándose en las ideas de la psicología del self de William James y la psicología humanista de Carl Rogers, Abraham Maslow, etc. Posteriormente, diversos autores han publicado artículos y trabajos sobre esta temática, persiguiendo el objetivo de que los aspectos positivos de la persona (más allá de lo meramente hedónico) sean objeto de estudio, de la misma forma que lo son (y lo han sido) los aspectos más relacionados con la psicopatología. Los postulados de la Psicología Positiva pueden ser útiles en la práctica profesional para la promoción...

CAMBIOS Y TRANSICIONES: ¿CÓMO NOS AFECTAN A NIVEL PSICOLÓGICO?

El comienzo de un nuevo año puede traer consigo el inicio de una nueva etapa, un nuevo trabajo, un nuevo proyecto de vida o profesional, el establecimiento de nuevos objetivos vitales, nuevas rutinas, adopción o desempeño de nuevos roles, etc. en definitiva, eventos y desafíos que conllevan cambios en nuestro día a día. Desde un prisma psicológico, vemos que los cambios pueden darse en multitud de contextos, situaciones y direcciones. A lo largo de la vida las personas atravesamos numerosas transiciones, las cuales conllevan cambios vitales significativos que pueden implicar tanto pérdidas (pérdida de relaciones, de roles, de funciones, etc.) como ganancias a nivel psicológico y afectar a nuestra salud mental. Por ello, los procesos de adaptación a los cambios son considerados aspectos nucleares para nuestra salud psicológica; de modo que, la forma en que afrontemos, integremos y nos adecuemos a esos cambios influirá de forma importante en nuestro bienestar psicológico. Generalmente, no todas las personas suelen pasar por las mismas transiciones a lo largo de su vida, en este sentido, existen diferencias interindividuales. Esto es así porque los cambios y transiciones que debe afrontar cada persona están moldeados por la cultura en la que estamos inmersas, nuestra historia, la sociedad en la que vivimos y la historia biográfica de cada persona. Adicionalmente, los factores mencionados junto con algunos más, también contribuyen a cómo vivimos las transiciones, es decir, si las vivimos como algo positivo, como algo negativo, como imposiciones, esperables, inevitables, incontrolables, etc. Sea como sea, se trata de momentos de gran vulnerabilidad psicológica; ya que, tengan una valencia positiva o negativa, sean esperables o sorpresivas, lo cierto...

REGALOS: JUEGOS, JUGUETES, LIBROS Y MÁS

En un post reciente de este blog se destacó el papel que tienen las dinámicas de juego en el desarrollo infantil. Y es que, es tal la importancia que tiene el juego para las personas, que somos la especie que juega más y durante más largo tiempo. El juego en sus distintas variantes es propio de la actividad humana, se inicia en la infancia y perdura a lo largo de toda la vida. Bajo el concepto de juego englobamos una gran cantidad de conductas diferentes que realizan las personas de todas las edades y que el hecho de ejecutarlas reporta placer. Las actividades de juego realizadas a cualquier edad, pueden influir en el desarrollo y mantenimiento de multitud de destrezas físicas, habilidades psicológicas y relaciones sociales, dado el amplio espectro de modalidades y variantes que pueden abarcar (juego de ejercicio, simbólico, de reglas, etc.). Como ya se ha hecho alusión al inicio del post, mientras que en el periodo infantil el juego contribuye al desarrollo general y a la consolidación de aprendizajes, en la época adulta las actividades de juego adquieren un matiz diferente, pudiendo contribuir al establecimiento de vínculos, ensayar conductas que después podamos poner en práctica en situaciones sociales, mejorar el clima en relaciones afectivas, entrenar y mejorar funciones cognitivas, promover diferentes tipos de pensamiento y nuevas representaciones mentales, cultivar la creatividad y un largo etcétera.   En esta época del año cobran especial protagonismo los regalos. No sólo para los más peques de la casa, sino también para muchos adultos. En este sentido, desde un punto de vista psicológico podemos hacer regalos muy interesantes. De hecho,...

TRAUMAS

El término trauma proviene de un concepto griego que significa herida y/o ruptura. En el campo de la psicología hablamos de traumas para referimos a heridas psicológicas. En este post ampliaré un poco el concepto de traumas psicológicos e intentaré aportar algo de información que espero, resulte útil e interesante… Según la American Psychiatric Association el trauma implica experimentar, ser testigo, anticipar o enfrentarse a un evento que conlleva bien una amenaza real para la vida o bien la posibilidad de sufrir graves lesiones que pongan en peligro la propia integridad física o la de otra persona. Generalmente, podemos sufrir un trauma ante la experimentación de algún acontecimiento o vivencia que exceda nuestras capacidades y recursos. Es decir, cuando una situación es tan compleja e impactante que nos resulta imposible procesar la experiencia de forma integrada y adaptativa. En este sentido, procesar la experiencia de forma integrada significa que el flujo de información y conexiones entre las diferentes estructuras cerebrales que intervienen en el procesamiento de la información emocional se efectúe de forma adecuada; considerando que, el tronco encefálico se activa ante situaciones de peligro para la supervivencia promoviendo conductas de ataque, defensa, huida o parálisis; el sistema límbico se activa con las emociones de forma inconsciente regulando las respuestas fisiológicas (sensaciones) relacionadas con ellas; y, el neocórtex actúa regulando las conductas subsecuentes o impulsadas por las emociones, posibilitando la inhibición de conductas inadecuadas y facilitando que nos comportemos de forma socialmente aceptable en diferentes situaciones. Por lo tanto, este último tiene un papel fundamental en la regulación emocional. Por otro lado, cuando hago alusión a procesar la experiencia...

Lazos afectivos y Estilos de Apego

Actualmente, tenemos acceso a tal cantidad de información que es habitual estar familiarizados con diversos conceptos relativos a disciplinas científicas que hace pocos años quedaban restringidos al uso entre profesionales. Un ejemplo de ello es el concepto de los Estilos de Apego; y es que, ¿quién no ha escuchado alguna vez “eso de los estilos de apego”? En este post intentaré explicar de forma sencilla y desde una perspectiva fiel a la teoría algunas claves relacionadas con el Apego que nos pueden venir bien para conocernos y entendernos un poquito más a nosotros y nosotras mismas. Cuando nacemos somos tan vulnerables que necesitamos de alguien que asegure nuestra supervivencia y desarrollo; para ello, disponemos del sistema de apego, el cual además de la posibilidad de sobrevivir nos permite obtener seguridad emocional ante posibles amenazas. Este sistema es innato y se manifiesta a través de conductas como buscar, seguir y mantener la proximidad con una figura que nos proteja, usar a esa figura como base para la exploración y como refugio. En el bebé la configuración del cerebro, a diferencia de otros órganos, es muy básica e inmadura. Si bien es cierto que el desarrollo cerebral está programado genéticamente, las experiencias interpersonales modulan dicho desarrollo. De modo que desde que nacemos y a medida que se va desarrollando nuestro cerebro en el contexto de los vínculos de apego, se van configurando patrones de organización neuronal que van determinando nuestros patrones psicológicos. De esta forma, las experiencias tempranas que tenemos en la infancia con nuestras figuras de referencia son las que nos proporcionan el atrezzo que va a ir configurando el...