Día Mundial de la acción por los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA)

El pasado 2 de junio se tuvo lugar el día mundial de la acción por los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). Un día para visibilizar esta problemática cuya incidencia no deja de crecer y que resulta de especial interés porque pone el foco en la “acción”, en todo aquello que como sociedad podemos hacer para proteger, cuidar y crear entornos más seguros en los que todos/as podamos tener una mejor relación con nuestros cuerpos y con la alimentación. Sobre la prevalencia de los TCA, son numerosas las investigaciones que nos hablan de un crecimiento de hasta un 30% del diagnóstico de estos trastornos desde que comenzara la crisis sanitaria del COVID-19. Una reciente revisión sistemática liderada por José Francisco López-Gil y publicada este año en JAMA, que incluía estudios que sumaban más de 63.000 participantes de 16 países, concluyó que el 22% de niños y adolescentes mostraban algún tipo de TCA, siendo mayor esta proporción entre las niñas, los/las adolescentes mayores, y aquellos/as con un índice de masa corporal más alto. Estos datos resultan alarmantes y deben servir para que tomemos conciencia de la gravedad de una situación que nos interpela a todos como parte de esta sociedad, y que por tanto, todos/as desde nuestros espacios debemos luchar por revertir. Pero, ¿cómo podemos contribuir a ello? Aquí os dejamos algunos consejos que ponen el foco en la prevención y que esperamos que pongáis en práctica desde hoy mismo: No juzgues ni critiques a una persona por su cuerpo (ni el tuyo propio, ni otros). Sé amable, no sabes qué batalla puede estar librando la persona que tienes enfrente....

Enfadarse bien

A pesar de que cada vez sabemos más sobre nuestras emociones y se han dado grandes pasos en la normalización y expresión de las mismas, aún hay ciertas emociones que nos cuesta aceptar en nosotros mismos y en las personas de nuestro entorno. El enfado es un claro ejemplo de ello. Párate y piensa, en tu infancia ¿cómo reaccionaban las personas de tu entorno cuando te enfadabas? ¿qué respuestas y mensajes recibías?, ¿cómo gestionaban tus referentes sus propios enfados? Y ahora, ¿qué es lo primero que se viene a tu cabeza cuando oyes la palabra enfado? Las respuestas a todas estas preguntas condicionan en gran medida tu relación actual con esta emoción y pueden hacer que la asocies a palabras con una fuerte connotación negativa, como problema, hostilidad, agresividad… lo cual hace que incluso pensar en ello resulte algo desagradable que genera cierto rechazo. Y si es algo que tanto dolor y rechazo genera, ¿para qué sirve? ¿cuál es su función?, ¿es el enfado una emoción negativa en sí misma o es la gestión que hacemos de la misma lo que resulta inadecuada? ¿es posible aprender a enfadarnos bien? El enfado, la rabia o la ira, es una emoción estrechamente ligada al instinto de protección, y como todos los estados emocionales, tiene una función sana y necesaria para la supervivencia. Si no lo crees, piensa ¿qué pasaría si no sintiéramos esta emoción? Si no nos enfadáramos, ¿seríamos capaces de defender nuestros derechos, luchar por ellos, rebelarnos ante las injusticias? La activación corporal, el aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial, la contracción muscular, y el aumento...

Abuso sexual infantil (parte II)

En nuestro afán de proteger a la infancia y continuar contribuyendo en la sensibilización y concienciación de realidades que afectan de lleno a los/as menores, en la entrada de hoy seguimos hablando sobre el abuso sexual infantil. Anteriormente ya os hablamos sobre las características de este tipo de abusos, y los indicadores que nos pueden alertar de que esto puede estar ocurriendo. Os dejamos aquí el enlace: https://www.psicologiaamorebieta.es/abuso-sexual-infantil-parte-i/ En la entrada de hoy queremos dar un paso más y hablar sobre cómo conviene reaccionar ante una revelación de este tipo por parte de un menor y mencionar brevemente aquello que podemos hacer desde la prevención. ¿Qué hago si un niño/a o adolescente cuenta que está sufriendo violencia sexual? A pesar de que se trata de un tema extremadamente doloroso que nos puede generar reacciones emocionales muy intensas, es muy importante tratar de mantener la calma siempre que estemos en presencia del/la menor en cuestión. Podemos mostrarnos preocupados y estar afectados, pero tratando de regular nuestra emoción y alarmismo, para no asustar o preocupar más al/la menor. Hacer este tipo de revelaciones es algo muy difícil, por ello si el/la menor decide hablar sobre ello con nosotros, debemos procurar ofrecerle un espacio en el que se pueda sentir tranquilo/o y seguro, que sea privado, donde no haya interrupciones y podamos prestarle la atención que necesita en ese momento y sienta que todo lo que nos está contando es importante para nosotros. Durante la conversación, trataremos de hacer preguntas abiertas y escuchar sin juzgar ni poner en cuestión lo que nos está contando. Si llegado un punto quiere dejar de hablar,...

Abuso sexual infantil (parte I)

Hoy escribo sobre un tema incómodo, doloroso, que solo leyéndolo provoca una variedad de emociones desagradables que muchas veces nos impulsan a cerrar el ordenador o a abrir cualquier otra aplicación que nos entretenga y en la que el contenido sea más amable. Sin embargo, no hablar de ello no hace que desaparezca, más bien todo lo contrario, lo perpetúa y agrava la situación y las consecuencias en los menores que lo sufren, lo han sufrido o lo sufrirán. Por eso te invito a que superes el rechazo o el dolor inicial que este tema te puede provocar y conozcas un poco mejor de qué se trata y cuáles son las señales de alarma que nos pueden ayudar a identificar que un menor está sufriendo este tipo de abusos.   ¿Qué entendemos por abuso sexual infantil?   El abuso sexual infantil es un tipo de maltrato hacia los niños/as y adolescentes por parte de una persona que se vale de su superioridad (física, de estatus, nivel intelectual, edad…) y su posición para obligar/coaccionar/engañar, al menor a llevar a cabo u observar conductas sexuales inapropiadas para su edad o nivel de desarrollo. Se trata de una realidad mucho más común de lo que pensamos (se estima que uno de cada cinco ninos/as en Europa puede ser víctima de alguna forma de violencia sexual antes de cumplir los 18 años) de la que como sociedad nos debemos concienciar, y que es necesario visibilizar para que todos y todas nos podamos corresponsabilizar en materia de protección de niños/as y adolescentes. Características Lo realiza una persona con una posición de poder (una persona...

VUELTA AL COLE, ¿CÓMO PODEMOS AYUDAR A NUESTROS HIJOS EN ESTA TRANSICIÓN?

En pocos días nuestros niños y adolescentes se enfrentan a un nuevo comienzo de curso. Este nuevo comienzo puede suscitar diversas reacciones fisiológicas, emociones y pensamientos, en función de la etapa evolutiva, de las experiencias previas, de la información que tengan sobre lo que se van a encontrar, la etapa educativa en la que se encuentren, el contacto que hayan tenido con sus compañeros, su sentimiento de pertenencia al grupo y al sistema escolar, de si existen o no dificultades de aprendizaje… Para nosotros como adultos, puede ser algo menor, algo a lo que “deben” estar acostumbrados o algo que tras un verano intenso y un periodo vacacional escolar extenso deseamos que ocurra cuanto antes y supone un motivo de alegría e ilusión. Sin embargo, no todos los niños lo experimentan de la misma forma y es habitual que necesiten de nuestra ayuda y acompañamiento para que puedan adaptarse de la mejor forma posible. No es necesario que nos pidan ayuda de forma explícita o que esperemos a observar ciertos comportamientos o actitudes para ponernos manos a la obra. El cúmulo de emociones y sensaciones, muchas de ellas contradictorias, que pueden llegar a experimentar hace que sea muy complicado para ellos identificar con exactitud lo que necesitan.   Entonces, ¿Qué podemos hacer para ayudarles en esta transición? En primer lugar, mostrar disponibilidad y tratar de buscar momentos de calidad, sintonía y conexión con ellos. Mostrar curiosidad y estar atentos ante lo que nuestros hijos puedan estar sintiendo y pensando ante este nuevo comienzo. Recuperar las rutinas y de forma progresiva ajustarlas de nuevo a las rutinas escolares (sobre todo...