Entre las diferentes disfluencias asociadas a la disfemia encontramos prolongaciones, bloqueos y alargamientos de sonidos y/o sílabas. Según Salgado (2005), las repeticiones de frases y palabras son disfluencias asociadas a una tartamudez límite. Sin embargo, el tratamiento de la disfemia no se limita a mejorar la fluidez del habla, a suavizarla y a reducir la aparición de dichas disfluencias, sino que también hay que tener en cuenta otros factores que afectan de manera significativa a la calidad de vida de la persona que nos encontramos en consulta.
De esta manera, es importante conocer qué tipo de comportamientos secundarios se asocian a la disfemia y pueden ser clave para la detección y diagnóstico de la misma.
- Comportamientos fisiológicos. Entre este tipo de comportamientos secundarios asociados encontramos el hecho de hacer fuerza con los músculos del aparato fonador, poner los ojos en blanco, parpadear de forma continua, hacer fuerza con el cuello, mover la mandíbula quedando ésta incluso algo desencajada, intentos de hablar durante la inspiración, una baja tasa respiratoria, una descoordinación articulación-fonación y unos movimientos retrasados e imprecisos. Además, en algunas ocasiones, podemos encontrar tics asociados a las disfluencias que, en el momento de habla fluida no aparecen, quedando, por tanto, asociados únicamente a las propias disfluencias.
- Comportamientos verbal-lingüísticos. A nivel verbal podemos encontrar diferentes manifestaciones asociadas a la disfemia: una baja intensidad de la voz, un ritmo monótono, excesiva velocidad o lentitud del habla, uso frecuente de interjecciones, repetición de frases y/o palabras, etc. De hecho, las personas con tartamudez suelen sustituir la palabra en la que aparece la disfluencia por un sinónimo, utilizan muchos circunloquios, e intentan retardar la aparición de la disfluencia con una muletilla o con un silencio. Es más, muchos niños/as pequeños pueden dejar incluso de hablar ante la aparición de la disfemia.
- Comportamientos psicológicos. Entre las reacciones emocionales asociadas a la tartamudez se pueden encontrar el miedo condicionado a ciertas palabras, sonidos, situaciones o personas; las emociones negativas que se pueden experimentar durante el tartamudeo (frustración, culpa, vergüenza…); así como, actitudes negativas hacia el habla, hacia uno mismo y hacia las propias capacidades, baja autoestima, etc. En definitiva, mientras una persona con disfemia está hablando, estará pensando, a su vez, en cómo es su habla, en si se ha dado o no una palabra o sílaba con una disfluencia, en cómo ha sido ésta, en qué estará pensando la otra persona…
- Manifestaciones motoras. Entre las manifestaciones motoras asociadas a la tartamudez podemos encontrar sonidos anómalos (respiración ruidosa, “sorbos” nasales, soplidos, chasquidos, etc.), muecas faciales, mirada dispersa, pobre contacto ocular, y movimientos de cuello, brazos, manos, piernas o pies.
De esta manera, las personas con disfemia presentan una serie de comportamientos secundarios asociados a la misma que pueden llegar a provocar las restricciones comunicativas autoimpuestas, los sentimientos negativos y, en definitiva, las conductas de evitación.
Por tanto, el tratamiento de la tartamudez debe ir dirigido también a trabajar dichos comportamientos secundarios. De esta manera, una de las técnicas que se podría emplear para conseguir modificar el modo de tartamudear de una persona y, además, disminuir la frecuencia de las disfluencias es la siguiente: reducir las conductas de evitación, enfrentarse a las palabras temidas o difíciles, exponerse abiertamente a la propia tartamudez y, sobre todo, insistir en el cambio de actitudes y emociones. Además, se puede entrenar al paciente en un nuevo patrón de habla. Esto se consigue, por ejemplo, con la emisión correcta de palabras y/o frases de forma continua, rítmica y lenta, es decir, de forma fluida; o con las aproximaciones sucesivas al habla prosódica (Salgado, 2005).
Referencias bibliográficas.
Salgado Ruiz, Alfonso. (2005). Capítulo 2. Etiología de la tartamudez: factores relacionados con la génesis y desarrollo de la tartamudez. Capítulo 4. Tratamiento de la tartamudez. En: Manual práctico de la tartamudez. Madrid: Editorial Síntesis; pp. 26-57; 121-187; 197-296.