El envejecimiento

A partir de la segunda mitad del siglo XX, se han agregado 20 años a la esperanza de vida de las personas. La prolongación de la vida media, por un lado, y la disminución de la natalidad, por el otro, han producido una transición demográfica sin precedentes, en la cual la pirámide de las edades está completamente invertida respecto a como se presentaba no hace más de cincuenta años: de manera constante crece el número de ancianos y disminuye el número de jóvenes. Esto supone, que por ejemplo en España, que el 37% de la población tenga más de 65 años.

El envejecimiento produce en la persona un proceso de cambios que afectan a diferentes áreas de la vida, entre estos cambios:

  • Cambios biológicos: perdida de la capacidad reproductiva, perdida de funciones estructurales (disminución de la función renal, pérdida de masa ósea, etc.)
  • Cambios en las capacidades cognitivas como pueden ser las perdidas de memoria, disminución de la velocidad de procesamiento…etc.
  • Cambios en la relación con los familiares, esta relación pasa por distintas etapas ya que va de una persona que es independiente a alguien que pasa a necesitar ayuda o a ser completamente dependiente.
  • Cambios en el Rol de la comunidad: la sociedad valora a las personas que son productivas y en la vejez, debido a la jubilación, en general esa productividad se pierde. Aunque, puede aportar otras cosas como son los conocimientos o realizar tareas comunitarias.
  • Cambios en el rol laboral: Con la jubilación generalmente la adaptación a ella es difícil porque la vida y sus valores están orientados en torno al trabajo y la actividad. Las relaciones sociales disminuyen al dejar el ambiente laboral y los recursos económicos disminuyen.
  • Cambios psicológicos: Perdida de velocidad en el procesamiento de la información, olvidos cotidianos, enlentecimiento del lenguaje y cambios en la afectividad emocional ya que se trata de una etapa en la que se convive con la perdida de capacidades o personas cercanas.

Hay que matizar que aunque vejez no es igual a enfermedad, este rango etario covaría con enfermedad y discapacidad, es decir, a mayor edad mayor probabilidad de contraer determinadas enfermedades que pueden producir discapacidad, y el papel de la psicología en este aspecto seria impulsar un envejecimiento activo en la medida de lo posible implementando programas que se centren en trabajar el auto-cuidado, actividad física, entrenamiento de funciones especificas como pueden ser el lenguaje y la memoria, impulsar la interacción social y el desarrollo personal.
Como se puede observar el envejecimiento es un proceso caracterizado por una serie de cambios fisiológicos, psicológicos y sociales que le confieren una mayor vulnerabilidad en la esfera social, familiar y personal pero no alteran su condición y dignidad de “persona”, de ser humano, a pesar de la pérdida de ciertas facultades y ademas, existen programas e intervenciones que ayudan a un envejecimiento satisfactorio y aunque se envejece como se vive la psicología tiene mucho que aportar para intentar mejorar la calidad de vida de esta población.

Bibliografía:

  • Arias, C. Pavón, M. (2012). Un espacio de conocimiento e información sobre el adulto mayor, Palabras Mayores, 8, 2-15.
  • Fernández-Ballesteros, R. (2001). Psicología y envejecimiento: retos internacionales en el siglo XXI, Intervención psicosocial, 10 (3), 277-284.

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