El pañal: ¿se deja o se quita?

Es normal que con la llegada del verano los padres empiecen a escuchar “tendrás que aprovechar a quitarle el pañal”, “quítale el pañal en verano, es más fácil” “en el colegio me están diciendo que debo quitarle el pañal”…. Y ¿realmente es importante la época del año para un hito evolutivo tan importante en los niños? Pues creo que no.

Antes de nada, es importante que los padres conozcan qué supone para los niños esta retirada de pañal. No es un aprendizaje más, sino que engloba toda una serie de factores madurativos a nivel fisiológico, neurológico y emocional. En realidad, los padres no enseñan, sino que acompañan y facilitan un proceso que es posible cuando el sistema nervioso y la coordinación motora han madurado. Este aprendizaje supone un hito madurativo importante, ya que es un gran paso hacia una mayor autonomía y además supone una limitación a sus impulsos, a favor de un avance personal en su desarrollo psíquico.

 En este proceso hay niños que toman la iniciativa y van dando señales de estar preparados para este cambio y otros parecen estar cómodos así, en ambos casos es importante la ayuda parental, en este camino hacia una mayor autonomía. Son los padres los que pueden proponer dejar de usarlo en una etapa propicia para ello y cuando el niño vaya dando señales de estar en condiciones de aprender.

Absorbente, Bebé, Cuarto De Baño

A continuación, comparto algunas señales de madurez que pueden ayudarnos a saber si es el momento óptimo para comenzar en este proceso:

  • El pañal aparece seco o prácticamente seco tras varias horas con él.
  • Si pide que le quites el pañal cuando lo tiene sucio o mojado
  • Si forcejea para poner el pañal o se lo quiere quitar
  • Si conoce o dice palabras como pis, caca…
  • Si se interesa por como lo hacen los demás o te quiere acompañar al baño

En cuanto a cómo hacerlo, no existe una única forma correcta de hacerlo pero os dejó algunas indicaciones que os pueden ayudar:

  • Enseñarle cuales son los lugares donde puede hacerlo (orinal, inodoro…)
  • Dejarles entrar con nosotros al baño
  • Ir enseñándoles a que se suban y bajen ellos la ropa
  • Dejar el orinal (si os decantáis por esta opción) en lugar visible y accesible del baño
  • Animarles por sus progresos, pero con medida. No es necesario, ni recomendable, montar una fiesta cada vez que lo consiga, es suficiente con sonreírle, acariciarle o decirle frases como: ¡como estas aprendiendo, cada día lo haces mejor! ¡Qué bien te debes sentir ahora con la tripa vacía!
  • NO GRITAR, NI REÑIR cuando no consiga hacerlo.
  • Además, es muy importante acompañar emocionalmente a los niños. Este es un proceso que despierta diferentes emociones. Algunos niños sienten miedo, otros pueden sentir tristeza ante la pérdida de algo que siente que es suyo.
  • Y por último algo que puede ayudaros es acompañar este proceso con cuentos. Os dejo una lista con algunos de ellos: “¿Puedo mirar tu pañal?”, “El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza”, “Todo lo que se dé la caca”, “Pepe  y Mila tienen mucha prisa”.

Espero que os haya resultado interesante.

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