¿Qué es la soledad?
La soledad constituye un problema emocional común que afecta a muchas personas en el mundo y que puede presentarse a cualquier edad, independientemente de nuestro sexo o cultura. Específicamente, se trata de un estado subjetivo en el que la persona experimenta una sensación de aislamiento y desconexión social. Desde una perspectiva científica, la soledad se ha definido como la discrepancia entre las relaciones sociales deseadas y las percibidas, de forma que ante una misma cantidad y calidad de interacciones sociales una persona puede presentar sentimientos de soledad, mientras que otra puede considerar totalmente satisfechas sus necesidades de tipo social. A pesar de ello, se han identificado algunos factores de riesgo que pueden favorecer la aparición de sentimientos de soledad en las personas.
¿Qué factores de riesgo aumentan la probabilidad de sentir soledad?
- La edad: las personas mayores son más propensas a sentirse solas. Esto puede deberse a una variedad de factores, incluyendo la pérdida de amigos y familiares, y el impacto del empeoramiento de la salud física y mental en las rutinas diarias y actividades de socialización.
- El estado civil: las personas solteras, divorciadas o viudas también tienen más probabilidades de sentirse solas que aquellas que se encuentran casadas o inmersas en una relación.
- Los problemas relacionados con la salud mental: las personas con baja autoestima, depresión o ansiedad, entre otros aspectos, son más susceptibles al aislamiento y, consecuentemente, pueden presentar con mayor frecuencia sentimientos de soledad.
- La falta de apoyo social: como es evidente, el carecer de una red de apoyo social, como amigos o familiares cercanos, favorece indudablemente el riesgo de sentirse solo.
- La falta de participación en actividades que implican contacto social: del mismo modo, las personas que , por el motivo que sea, no realizan actividades que conllevan una interacción social como, una actividad laboral, actividades de ocio con terceros, actividades deportivas, cursos o talleres… también pueden presentar una mayor facilidad para sentirse solas.
A este respecto, debe tenerse en cuenta que estos factores de riesgo no garantizan en ningún caso que una persona experimente sentimientos de soledad, pero sí aumentan el riesgo, de forma que cuantos más factores se cumplan más probable será que las necesidades de socialización no estén siendo cubiertas.
¿Cuáles son las posibles consecuencias negativas de la soledad?
En ocasiones, la soledad puede ser una experiencia transitoria y necesaria para el crecimiento personal y el autodescubrimiento, jugando un papel positivo en la persona. Sin embargo, cuando la soledad se convierte en una experiencia crónica y dolorosa, puede tener un impacto significativo en nuestra salud. Así, ésta puede conllevar un impacto negativo tanto a nivel físico como mental. A nivel físico, puede aumentar el riesgo de presentar un mayor sedentarismo con todo lo que ello implica (menor actividad física, sobrepeso…), consumo de tabaco, un sistema inmunológico debilitado, hipertensión, enfermedades crónicas (diabetes, enfermedades coronarias…), etc. A nivel psicológico, la soledad aumenta el riesgo de presentar distintos tipos de problemáticas como ansiedad, baja autoestima, depresión, adicciones e incluso, en los casos más severos, ideación suicida. Por todo ello, si te sientes solo, si este sentimiento está teniendo un impacto negativo en tu salud física o mental, si llevas sintiéndote así desde hace tiempo y a pesar de haber tratado de apaciguar este sentimiento te está resultando complicado, no dudes en buscar ayuda psicológica.
¿En qué puede ayudarme la psicología si me siento solo?
Es totalmente lógico que ante la idea de acudir a un psicólogo para que nos ayude con nuestro sentimiento de soledad nos surja la duda de “pero, ¿cómo va a poder ayudarme un psicólogo si lo que me ocurre es que no tengo las amistades o las relaciones familiares que me gustaría?”. Y, como es obvio, una de las primeras respuestas que se nos pueden venir a la cabeza a esa pregunta es que puede ofrecernos un espacio de escucha e interacción que en sí mismo permita disminuir la sensación de soledad, pero lo cierto es que, además de esto, un psicólogo nos puede ofrecer su ayuda desde otras perspectivas.
Así, un profesional de la psicología puede ofrecerte apoyo emocional y ayudarte a superar la soledad guiándote en la comprensión y profundización sobre las causas subyacentes a ésta. Como mencionábamos anteriormente, algunas personas pueden sentirse solas debido al autoaislamiento asociado a problemas de autoestima, ansiedad o depresión, pero también existen otros factores personales que pueden estar desempeñando un papel importante en nuestra soledad o sentimientos de soledad como, por ejemplo, nuestros rasgos de personalidad, nuestro estilo de apego (formas de vinculación con los demás que empiezan a desarrollarse en la infancia más temprana) o nuestro estilo de pensamiento, entre otros. Consecuentemente, tu psicólogo puede ayudarte a explorar estos aspectos y proporcionarte estrategias prácticas para abordarlos progresivamente.
Por otro lado, de resultar necesario, acudir a un psicólogo también puede ayudarte a desarrollar habilidades de sociales y de comunicación más efectivas que te permitan establecer relaciones significativas. En este ámbito, puede ser también especialmente interesante la realización de terapias de grupo, dado que éstas no solo permiten abordar las dificultades relativas a las habilidades sociales, sino que además brindan la oportunidad de conectarse con otras personas que pueden estar pasando por situaciones o emociones similares. En este sentido, las terapias grupales pueden proporcionar no solo un espacio de apoyo psicoterapéutico especializado que te ayude a tejer la red de apoyo social que deseas.